Salmos 34:19 “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová”
Las pruebas son una constante en la vida de cualquier persona, sean cristianas o no, y siempre estarán ahí. En muchas ocasiones, esas mismas pruebas sirven como una “excusa” para conocer al Señor y así empezar una nueva vida. Pero, por el contrario, cuando le conocemos, sabemos que las pruebas nos sirven para crecer espiritualmente, madurar y alcanzar la estatura del varón perfecto. La aflicción es un medio para medir tu fe, hay que verla como aquello que te permitirá ver la gloria de Dios en tu vida.
Desafortunadamente, muchas personas en medio de la prueba optan por no buscar del Señor, piensan que la solución a sus problemas la tienen ellos o que está en sus manos o en las manos de otras personas, así que, en vez de corregir una situación, la empeoran, volviendo todo más difícil. Dios siempre está atento y en espera a que busquemos más de él, no sólo en aquellos momentos donde viene la prueba y las aflicciones, también en los momentos en los que todo marcha bien. Algo que debemos aprender del salmista es que decía: “alabaré a Jehová en todo tiempo” (Salmos 34:1), porque el gozo del cristiano no lo determinan las pruebas en su vida. Es hermoso buscar de Dios en todo tiempo y no solo cuando se acerca la aflicción. Debemos buscarle en todo momento, no cuando las circunstancias lo ameriten. Muchas son las aflicciones por la que pasaremos en este mundo, pero si confiamos y creemos que Dios nos librará de ellas, nuestra carga se hará más ligera.