Iglesia Cristiana Hashem

Iglesia Cristiana Hashem

“En Integridad y Sabiduría”

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: “En camino a un avivamiento” Libro de Zacarías (Martes) y “La Iglesia impulsada por la Biblia” (Domingos)

Obediencia y confianza

Éxodo 17:9-10 “Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado”

Tal vez te han asignado una tarea o un trabajo para el cual te sientes completamente inhabilitado o preparado para hacer. Piensas que como no tienes la experiencia o entrenamiento necesario no lo puedes manejar.

Como creyentes vamos a enfrentar enemigos o fuerzas del mal, tales como el mundo, la carne y el diablo, que se opondrán a los hijos de Dios. Los Amalecitas vinieron y atacaron sin ser provocados. Ellos enfrentaron a los israelitas cuando estaban débiles y cansados y justo cuando acaban de salir de Egipto.

Muchas veces somos atacados con pensamientos que se oponen a Dios. La vida cristiana involucra guerra espiritual. En Refidim era donde los Israelitas habían visto a Dios obrar poderosamente, ellos no tenían agua para tomar y Dios le dijo a Moisés que golpeara la roca y Moisés la golpeo con su vara y agua broto para suplir sus necesidades (Éxodo 17:6).

Ellos habían visto a Dios proveer alimento, proveer agua, y ahora, ellos necesitaban ver que Dios también podía derrotar aquellos enemigos que trataban de destruirlos. En medio de las pruebas que Dios provee para nosotros, son oportunidades para crecer, para poder ver el poder de Dios. Esas experiencias en el campo de batalla nos ponen en un lugar donde necesitamos más a Dios.

Josué fue testigo de lo que les había pasado al pueblo de Israel desde el momento que salieron de Egipto, él había visto con sus ojos el poder maravilloso y asombroso de Dios. Una y otra vez Josué vio a Moisés en situaciones desesperantes donde Moisés clamaba al señor diciendo: “Dios, no puedo con esta gente”. Moisés humildemente reconoció su falta de capacidad y le pidió a Dios sabiduría, dirección e intervención sobrenatural.

Josué estaba aprendiendo que la batalla es del Señor, que él puede confiar en Dios. Aunque no veas como vas a ganar esa batalla, esa lucha, esa aflicción, tú confía en Dios, él es suficientemente grande y poderoso para hacer lo que se necesita en la situación que tú te encuentres. Tu solo está dispuesto a ser su siervo fiel, a dejarte usar por Dios y que así su nombre sea glorificado.